sábado, 14 de octubre de 2023

HANNA REITSCH - "VOLAR FUE MI VIDA"

No tengas miedo de levantar vuelo.
Allá arriba todavía no se quedó nadie;
al final, todos bajaron.
Hans-Ulrich Rudel 

El hombre debe elevarse por encima de la Tierra,
hasta la cima de la atmósfera y más allá.
 Sólo así comprenderá plenamente
el mundo en el que vive
.
Sócrates

Todo despegue es opcional.
Todo aterrizaje es obligatorio.
Anónimo

HANNA REITSCH

Haga click en la imagen para acceder al libro

Hanna Reitsch fue una persona que dedicó su vida a una pasión: ¡volar! Su destreza, su valentía y su capacidad de concentración la convirtieron en uno de los mejores pilotos de Europa, con más de 40 récords mundiales de altura y velocidad, tanto con aviones a motor de explosión como, sobre todo, con planeadores; hecho que no ha sido igualado por otra mujer en el mundo.

Una pionera

Hanna Reitsch nació el 29 de marzo de 1912 en Hirschberg, entonces región alemana, hoy Jelenia Gora en Polonia. Una de las cunas de la aviación sin motor, por lo que no es de extrañar su pasión por los aviones. Además, pertenecía a una familia bien situada económicamente, lo que le permitió desde bien joven comenzar a tomar cursos de aviación. Con 20 años, también inició estudios de medicina: su sueño, ser médico-misionera en colonias alemanas pilotando su propio avión. Algo que no parecía nada complicado para una mujer que, con solo 19 años, ya había establecido su primer récord mundial, el de duración de vuelo sin motor, con algo más de cinco horas permaneciendo en el cielo. Récord que prácticamente doblaría al año siguiente, al alcanzar las once horas y media. Y es que en esos primeros años, sus récords se fueron sucediendo uno tras otro: en 1934 también logró el mejor registro de altura en caída libre, con 2800 metros. Y en 1936, la mayor distancia de trayecto en vuelo alcanzada por un planeador, con 305 kilómetros. Ese mismo año logró batir el récord mundial de distancia libre al volar desde Wasserkuppe hasta Hamburgo, y se convertía además en la primera mujer que sobrevoló los Alpes en un planeador. 

No sólo eso. Reitsch se convirtió en una pieza indispensable en la instrucción dentro del Instituto Alemán para el Desarrollo de Planeadores, donde contribuyó además en diversas expediciones con fines científicos por todo el planeta. Entre otros cometidos, realizó el programa de pruebas del DFS Kranich, el primer planeador biplaza.

 

El Estado requiere sus servicios

Su actividad no pasó desapercibida para Adolf Hitler, que tenía en la Lutwaffe, la Fuerza Aérea Alemana, uno de sus componentes esenciales dentro de sus planes militares, con lo que no fue poco el tiempo y esfuerzo que le dedicó. Y una persona con tanta destreza y tanto talento no podía pasar desapercibida, por lo que Reitsch fue contratada como piloto de pruebas de nuevos aparatos que posteriormente serían usados en la Segunda Guerra Mundial. 

Realizó diversos proyectos para el desarrollo de la Lutwaffe, participó en los avances tecnológicos que hicieron de la aviación alemana, en su momento, la fuerza aérea más poderosa del mundo. Le valió para recibir el título de "Flugkapitän" (Capitán de Aviación), concedido a aquellos que habían demostrado capacidad y méritos particulares. Era la primera mujer que lo recibía. 

Entre aquellos proyectos, el del primer vuelo bajo techo de un helicóptero, en 1938 en Berlín; las bombas voladoras V-1, que utilizaban un motor cohete, y que terminarían asolando Londres; o los aviones suicidas alemanes – como los kamikazes japoneses - que finalmente Hitler descartaría al considerar la pérdida segura del piloto algo innecesario. Hanna Reitsch probó un sinnúmero de los aviones que se produjeron para la Luftwaffe. Recibiría la Cruz de Hierro de Primera Clase. Otra vez sería la única mujer en conseguirlo.

 

El sitio de Berlín

Su último vuelo hacia el fin de la guerra fue sin duda el más complicado. Ya en el ocaso del III Reich, Hitler solicitó al general Robert Ritter von Greim – un amigo íntimo de Hanna Reitsch – que aceptara el cargo de comandante de la Lutwaffe. Para ello le solicitó a von Greim que se presentara en el bunker de Hitler en Berlín.

Von Greim y Hanna decidieron acudir a la llamada, aun a sabiendas de que llegar hasta allí sería prácticamente imposible. Las tropas del ejército soviético llevaban varias semanas presentando batalla en las calles. Ambos sabían que traspasar las líneas iba a ser una misión casi suicida.

Llegar desde Munich hasta las afueras de Berlín fue tremendamente complicado, teniendo que realizar diversos vuelos a muy baja altura para evitar los ataques soviéticos. Llegar al centro de la ciudad era imposible por vía terrestre, y ya no existía ningún aeródromo bajo control de las tropas alemanas. Así que el objetivo pasó a ser aterrizar entre la columna de la Victoria y la puerta de Brandemburgo – en el Tiergarten – , esperando que la zona próxima a la Cancillería aún estuviera bajo control alemán. Un vuelo agónico – como relata la misma Hanna Reitsch en su autobiografía – y que terminó con éxito gracias a una increíble destreza.

Al final, como era inevitable, todo se derrumbó. Alemania perdió la guerra y Hanna Reitsch terminó prisionera. Estuvo en prisión por más de un año – 15 meses – pero al final, luego de presiones e interrogatorios varios, tuvieron que liberarla en 1946 ante la imposibilidad de presentar cargos contra ella.

 

Regreso a la competición

Pese a la tragedia que supuso para Hanna, la pérdida de toda su familia y la derrota de su patria que había conocido tiempos de mucha esperanza antes de la guerra, en cuanto fue liberada decidió regresar a su vida anterior. Es decir, para ella todo siguió girando en torno a los aviones, pero ya no con fines militares, sino deportivos.

En 1952 fue la única mujer que compitió en el Campeonato Internacional de Planeadores de Madrid, donde se adjudicó la Medalla de Bronce. Tres años más tarde, en el Campeonato de Planeadores de Alemania, se llevó la victoria, siendo también la única competidora femenina. En los años siguientes, siguió coleccionando medallas en distintas competiciones, así como récords por todo el mundo.

Su pasión por los aviones también le permitió disponer mejor de su otra pasión, la de misionera. En 1959 se trasladó a la India, donde forjó una afable relación con Indira Gandhi. En 1961 es con Kennedy, en los Estados Unidos, con quien comparte vuelos. Y al año siguiente funda en Ghana, junto al Presidente Kwame Nkrumah, la Escuela Nacional de Planeadores.

Su muerte llegó en el agosto de 1979, cuando un infarto agudo de miocardio terminó con su vida. Tenía 65 años. Toda una vida en la que vivió de todo, pero siempre dedicada a los aviones y a su gran pasión: ¡volar!

 

 Listado de récords y distinciones

Hanna Reitsch fue una mujer excepcional. Como piloto, especialmente de planeadores pero también de cualquier cosa que volara en su tiempo, estableció más de 40 récords mundiales de altura y velocidad, que aún no han sido igualados por ninguna otra mujer. Y un detalle al margen: no necesitó hacer ningún desplante histérico feminista para hacerse respetar y hasta admirar por todos los hombres que la conocieron. Y eso, en medio de una guerra atroz y entre hombres que no eran precisamente condescendientes o fáciles de impresionar.

ALGUNOS DE SUS LOGROS:

1932: récord de vuelo sin motor a largo plazo para mujeres (5,5 horas)

1936: récord de distancia femenino en vuelo sin motor (305 km)

1937: primera travesía de los Alpes en planeador por una mujer

1937: la primera mujer del mundo en ser nombrada capitana de vuelo por el coronel Ernst Udet

1937: primera mujer del mundo en pilotar un helicóptero (Focke-Wulf Fw 61); también vuelo en un ambiente cerrado ("Deutschlandhalle").

1937: récord mundial de helicópteros (109 km)

1938: Ganadora en el "Concurso alemán de distancia en planeador" Sylt - Breslau (Silesia)

1939: récord mundial de planeador femenino en vuelo a destino fijo.

1943: Como piloto de pruebas en el Centro de Pruebas de la Fuerza Aérea de Rechlin: primera mujer en pilotar un avión a reacción (Messerschmitt Me 163A) y sobrevivir a un grave accidente de aterrizaje. Por ello, fue la única mujer en la historia de Alemania en recibir la Cruz de Hierro de Primera Clase.

1944: Primera mujer del mundo en pilotar aviones a reacción (Messerschmitt Me 262 y Heinkel He 162 en el centro de pruebas de la Luftwaffe en Rechlin)

1952: Tercer puesto en los campeonatos del mundo de vuelo sin motor de España con Lisbeth Häfner (clase biplaza)

1955: Campeona alemana de vuelo sin motor

1956: récord femenino alemán de vuelo en planeador 370 km)

1957: récord alemán de vuelo en altura para mujeres (6848 m) (primer diamante para Gold-C)

1960: vuelo triangular de 300 km (segundo diamante a Gold-C)

1970: récord de planeador femenino alemán de más de 500 km (tercer diamante para Gold-C), y también

1970: Campeona en la competición alemana de vuelo sin motor (categoría femenina)

1971: Campeona mundial en el Campeonato del Mundo de Helicópteros (categoría femenina)

1972: Récord alemán de velocidad en planeador sobre ruta triangular de 300 kilómetros

1977: récord alemán de planeador femenino en el vuelo destino-regreso de más de 644 km

1978: récord mundial de planeador femenino en el vuelo destino-regreso de más de 715 km

1979: récord de planeador femenino alemán en el vuelo de llegada y regreso de más de 801,70 km

Condecoraciones y distinciones

1941: Única mujer que obtuvo el Distintivo Militar Aéreo de Oro con Diamantes.

1941: Cruz de Hierro de Segunda Clase

1943: Cruz de Hierro de Primera Clase como la primera y una de las dos únicas mujeres en obtenerla

1971: Escudo de Silesia de la Landsmannschaft de Silesia

1972: Miembro Honorario de la Sociedad de Pilotos Experimentales en California y "Piloto del Año 1971" por la organización International Order of Charakters

1975: Obtención internacional de la "Windrose", Rosa de los Vientos.


jueves, 7 de septiembre de 2023

LENI RIEFENSTAHL y "OLYMPIA"

No es el triunfo; es la lucha.
Jesse Owens
4 medallas olímpicas de oro

Si fallaste en entrenar,
te entrenaste para fallar.
Mark Spitz
9 medallas olímpicas de oro 

Citius - Altius - Fortius.
(Más rápido, más alto, más fuerte.)
Lema original de los juegos olímpicos
ideado por el dominico fray Henri Didon

I. ¿Quién fue Leni Riefenstahl?

Click sobre la imagen para ver la película

    Leni Riefenstahl ha sido una de las personas más fascinantes y también una de las más controvertidas del siglo XX. Las causas de este problema están vinculadas a la época del nacionalsocialismo en Alemania. Mucho se ha debatido sobre su persona y aún hoy se sigue debatiendo. 

  Nació en 1902, en Alemania. Fue una persona ampliamente versátil pues fue jugadora de tenis, nadadora, patinadora, esquiadora, atleta (saltadora en alto), escaladora, buceadora, pintora, poeta, escritora, bailarina de ballet (en donde se destacó a primer nivel), artista de cine, realizadora, guionista, productora, directora, fotógrafa, exploradora y todo esto para citar algunas de sus actividades. Parte de su extensa vida la pasó durante el ascenso y la caída del III Reich alemán.

  En su juventud, cuando fue artista de cine y bailarina de ballet, fue una mujer sumamente bella, lo que provocó reiteradas y serias propuestas galantes de varios personajes del mundo intelectual alemán, incluso de Joseph Goebbels según lo que dice ella misma en sus Memorias. No obstante, en su autobiografía, Adolf Speer relata que Goebbels nunca admitió su simpatía por la cineasta, y que todos los chismorreos al respecto no eran más que "típica histeria femenina". Lo cierto es que Leni Riefenstahl cargó sobre sus espaldas y durante muchos años de su vida el hecho de haber sido una persona admirada por Hitler y además el haber filmado la famosa película titulada "El Triunfo de la Voluntad" (1934) en el cual documentó un congreso del partido nacionalsocialista. Pese a ello Leni Riefenstahl contaba en su equipo de trabajo con varios operarios judíos, situación que hacía incluso peligrosa su situación. Según relata la cineasta alemana, no tuvo empacho en interceder por ellos ante las autoridades del momento. La mayoría de sus protegidos lograron ponerse a salvo y refugiarse en Occidente. También varios de los colaboradores de Leni Riefenstahl fueron de ideología marxista tales como Bela Balázs (que se refugió en la Unión Soviética), Walter Ruttmann y G. W. Pabst que era Socialdemócrata. Riefenstahl incluso recibió una carta de felicitación manuscrita nada menos que de Josef Stalin, quien en la misma le expresaba su beneplácito y admiración por el film "Olympia". El portador intermediario de dicha carta personal fue nada menos que von Ribbentrop, que se había reunido con Molotov para cerrar aquél famoso Pacto Ribbentrop-Molotov entre el III Reich y la Unión Soviética.

II. Leni Riefenstahl y la idea de filmar los Juegos Olímpicos de Berlín

  Viendo el gran éxito que tuvo "El Triunfo de la Voluntad", el Prof. Dr. Carl Diem, miembro del Comité . 

El Triunfo de la Voluntad

Olímpico de Alemania – el que luego fuera Rector de la Escuela Superior de Deportes de Colonia – se apersonó en 1935 a la cineasta por un pedido muy especial del suizo Otto Meyer, Presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) en ese momento. El Prof. Diem le proponía a Riefenstahl que hiciera una película sobre los XI Juegos Olímpicos a disputarse al año siguiente en Berlín. Como ésta se creyó una simple actriz y no directora de películas – según sus propias palabras – se negó cortésmente a comprometerse con semejante tarea. Ante esta negativa los argumentos que esgrimió Diem fueron muy certeros en cuanto a que ella era una gran artista, que entendía mucho de deporte (en ese momento Leni Riefenstahl alternaba sus actuaciones de artista con el atletismo), y que con la película "El Triunfo de la Voluntad"  había creado una verdadera obra maestra en un film sin argumento. 

  Estos puntos de vista de Carl Diem eran muy ciertos, pero Leni Riefenstahl expresó entonces una situación muy real: toda expresión cultural, sea en la forma de música, películas, libros, publicaciones periodísticas, religiosas y obras de teatro, debían de pasar por la aprobación de Goebbels, y era sabido que la relación entre ambos era bastante conflictiva, por decir lo menos. Riefenstahl estaba segura de que el Jefe de Propaganda le pondría palos en la rueda con cualquier pretexto. En este respecto el Prof. Diem fue muy claro: el COI era una organización internacional completamente independiente y en la cual ningún gobierno se podía meter e interferir. Además, sólo el COI podía permitir la entrada de cámaras fotográficas y filmadoras en los terrenos de la competición olímpica. Este organismo es completamente independiente de las ideas o razones políticas del país que eventualmente organiza los Juegos Olímpicos. Debido a estas argumentaciones Leni Riefenstahl tuvo posteriormente una entrevista con Otto Meyer haciendo Carl Diem de intermediario. Después de dicha reunión Leni Riefenstahl aceptó dirigir la película que se llamaría "Olympia".

III. Algunas Ideas sobre la Película "Olympia"

  Leni Riefenstahl se enfrentaba ahora a un gran desafío dado que hasta el momento nunca se había hecho algo semejante. Pretendía hacer una película muy distinta, que no solo mostrara los Juegos Olímpicos a la manera de un noticiero, sino una obra de arte, de hondo contenido filosófico y artístico, que expresara el ideal olímpico y hasta las vivencias psicológicas de los atletas. La idea que empezó a surgir en su mente no era simplemente comenzar la película con el desfile de las delegaciones en la inauguración de los juegos, sino arrancar desde la quietud mística de las ruinas de la que fuera la ciudad de Olimpia, donde se efectuaron los Juegos Olímpicos de la antigüedad, mostrando sus distintos templos con las esculturas de Apolo y Paris, Aquiles y Afrodita, Medusa y Zeus. Luego estas figuras estáticas empezaría a tener movimiento, como si les entrara la vida. Esto se podría apreciar en la imagen del discóbolo de Mirón que desde su estatismo y por sustitución de un atleta real, empezaría a efectuar los clásicos movimientos de un lanzador. Esta superposición de imagen entre la estatua y la figura viviente fue representada luego por el musculoso decatleta alemán Erwin Huber, el cual luego obtuvo el cuarto puesto en dicha especialidad en los Juegos Olímpicos.

IV. La "Antorcha Olímpica"

  Una de las excelentes ideas que surgió en el COI de aquella época – y por propuesta del Prof. Carl Diem – era efectuar una ceremonia en el mismo lugar de Olimpia, en Grecia. Esta ceremonia sería una especie de representación de carácter religioso, en forma similar a como se debió haber efectuado en la antigüedad. De esta manera, en dicho acto se encendería una antorcha que se transportaría por diversos países europeos en forma de relevos hasta el mismo estadio de Berlín. Con la antorcha que entraría de manera coincidente dentro del estadio luego que todas las delegaciones hubieran terminado su desfile, se prendería un pebetero que ardería durante el transcurso de la duración completa de los Juegos Olímpicos. Esto nunca se había hecho con anterioridad.

Por este motivo la cineasta se trasladó con su equipo a Grecia para filmar la simbólica ceremonia y algunos tramos del transporte de la antorcha en sus 7200 kilómetros hasta Berlín y atravesando 7 países. Para la filmación del curso de la antorcha se eligió a un joven que ocupó el cuarto relevo dado que recién en él se vio a una figura bella y digna, con la estructura física que debía representar a un atleta griego. Lo irónico fue que este "griego" resultó ser hijo de inmigrantes rusos y se llamaba Anatol. A pedido de él mismo, Anatol emigró casi inmediatamente a Alemania en donde se radicó. La historia cuenta que defendió a Alemania en la marina durante la II Guerra Mundial y que incluso sobrevivió a dicha conflagración. En la película Olympia se ve mediante imágenes superpuestas cómo la antorcha se transporta a través de los distintos países europeos hasta llegar al estadio de Berlín colmado con 100 mil espectadores.


V. La Filmación de los Juegos Olímpicos.

  La filmación de los Juegos Olímpicos de Berlín fue un éxito extraordinario, aunque ello no se logró sin dificultades. Si bien el COI le había garantizado a Leni Riefenstahl amplio apoyo para que filmara y fotografiara como ella creyera conveniente, los registros históricos de la época demuestran que ese organismo internacional no le dio todo el sustento que debiera haber recibido. 

  Leni Riefenstahl tuvo que lidiar, pelear con jueces de campo, con miembros de la seguridad, y hasta con el mismo Goebbels para instalar las cámaras y mover a sus ayudantes de manera conveniente. Los enfrentamientos en el estadio llegaron a ribetes bastante fuertes, al punto que algunos fueron observados hasta por las autoridades extranjeras. Lo paradójico es que nada menos que Hitler y en cierto momento también Hermann Göring frenaron a Goebbels para permitir que la cineasta pudiese desarrollar su trabajo sin interferencias. 

  Para efectuar tomas más efectivas y hasta siguiendo principios de plasticidad artística Leni Riefenstahl mandó cavar zanjas profundas para ubicar de mejor forma tanto las cámaras fotográficas como también los equipos de filmación.

Fotografiando desde una zanja

  Esto causó gran contrariedad entre los administradores del campo de juego. De algunos lugares, los equipos de filmación fueron expulsados y nuevamente solo mediante peleas, enfrentamiento, discusiones y ruegos de Leni Riefenstahl se la toleró. Se pudieron lograr tomas en las zonas de los saltos y aquí se planteó un hecho muy interesante dado que en esos días no existía todavía material fílmico de la sensibilidad actual. Por este motivo una vez llegada la noche prácticamente no se podía filmar dado que tampoco se permitieron instalar luces de alta potencia por no molestar a los atletas. Por este motivo Leni Riefenstahl convenció al saltador de triple de Japón, Nao Tajima, el cual obtuvo el 1er. puesto y también estableció un nuevo récord mundial, para que en otro horario, con mayor luz solar, efectuara un salto para poder filmarlo incluso con cámara lenta. Fue una excelente toma que se incluyó y se puede observar en el film. 

Otro hecho interesante fue la filmación del salto con garrocha. Una disciplina deportiva que se inició en horas de la mañana y que finalizó sobre la noche. Surgió el mismo problema: no había luz suficiente ni películas con sensibilidad para tales filmaciones. Se les pidió entonces al campeón olímpico Earle Meadowns, y a los japoneses Nishida y Oe, quienes habían ocupado los puestos principales, que participaran entonces en una especie de "competencia" exclusivamente para efectuar la filmación, disponiéndose en este caso de reflectores suficientemente potentes.

Jesse Owens (izq) y John Woodruff (der.)

  Los resultados fueron excelentes pero lo que realmente se ve en el film "Olympia" no es la propia competencia sino este "simulacro". Además se pueden apreciar las excelentes tomas de las carreras de 100m, el salto en largo, los 800m, los 1500m y la maratón. La filmación de las 3 primeras disciplinas citadas merece un comentario especial. A alguien de la burocracia del Partido se le había dado por transmitir la orden de no filmar mucho a los atletas negros. Leni Riefenstahl ni siquiera consideró la directiva y no tuvo ningún reparo en filmar a Jesse Owens en su victoria de los 100m y en el salto en largo, incluso con varias tomas y en cámara lenta. En cuanto a los 800m, en donde se impuso el atleta negro norteamericano John Woodruff por sobre el candidato de la Italia fascista, Mario Lanzi, la carrera se filmó entera, al igual que los 1500 metros, con un excelente juego de cámaras para efectuar las aproximaciones. Leni Riefenstahl quiso captar esta disciplina dado que participaba el único deportista que Nueva Zelanda había enviado a los juegos, Jack Lovelock, que fue precisamente el que triunfó con récord mundial y olímpico. En la filmación de la prueba de salto en alto Leni Riefenstahl no ahorró película para filmar a los negros americanos Cornelius Johnson y David Albittron que ocuparon los puestos de privilegio. 

  La filmación de la maratón fue de orden superlativo y se enfocó desde todos los aspectos, el humano, el técnico, el táctico y aún el emocional. Podemos considerarla como uno de los momentos centrales de todo el film "Olympia". Obviamente toda esta película fue más que atletismo dado que también se ven momentos estelares de la natación, esgrima, gimnasia, equitación, remo (¡con cámaras instaladas en los propios botes!), ciclismo, con una dramática filmación de la prueba de ruta de 100 kilómetros, etc. La música de fondo fue compuesta por dos artistas como Walter Gronoslay y Herbert Windt, y estuvo muy de acuerdo a las circunstancias que se vivían durante el desarrollo de las competiciones, destacándose especialmente en la maratón, el ciclismo y el "ocho" de remo.


VI. El problema de la fecha de estreno del film "Olympia"

  El estreno de la película también generó discusiones entre Goebbels y la cineasta. Goebbels exigía que la película se exhibiera ni bien finalizaran los Juegos Olímpicos dado que, según su opinión, pasado un tiempo la gente perdería interés y todos se olvidarían de los Juegos. Sin embargo Leni Riefenstahl antepuso el argumento que una película de estas características exigía mucho más tiempo dado que se tenían que compaginar las filmaciones que habían efectuado nada menos que 300 cámaras durante 16 días.

VII. La compaginación y la exhibición de "Olympia"

  A esta altura hay que destacar algunos otros aspectos técnicos sobre el film "Olympia". Obviamente para el mismo no se contaba con los adelantos electrónicos y computarizados de la actualidad. Es cierto que el cronometraje de varias de las competencias se efectuó en forma electrónica, de manera parecida a como se hace en nuestros días. También es cierto que se instalaron en la propia ciudad de Berlín varios aparatos de televisión para que los habitantes de dicha ciudad pudieran ver los Juegos mediante el sistema de circuito cerrado. Pero en ese entonces no se contaba por ejemplo con helicópteros y algunas tomas desde lo alto se efectuaron instalando cámaras ¡en globos que remontaban hasta cierta altura! 

  También se planteó el problema del tipo de película a utilizar, ¿Kodak?, ¿Agfa? o ¿Perrutz" (esta última recién había salido al mercado internacional). Los técnicos que trabajaban para Leni Riefenstahl pudieron comprobar que para cada situación los materiales prestaban diferente utilidad y por tal motivo se optó por efectuar las combinaciones adecuadas: para las tomas tipo "arquitectónicas" se prefirió Agfa, las tomas tipo "retrato" tuvieron mejor resultado con Kodak mientras que para las tomas que tenían mucho verde, como ser los campos de juego, el nuevo Perrutz ofrecía una luminosidad excelente. Obviamente en ese entonces no existían todavía películas en color y solamente se estaban realizando algunas experiencias aisladas.

La filmación inicial y total de los Juegos Olímpicos implicó nada menos que 400 mil metros de película, de los cuales se empezó a efectuar un descarte que llevó varios meses. La cifra anteriormente señalada quedó reducida en primera instancia a 100 mil metros, y esto se redujo finalmente a solo 6 mil escogidos con sumo cuidado. Lo complejo del problema se pudo resolver en muchos aspectos recién después de haberse efectuado la filmación. Esto se debe a que, en una película con argumento, el guion ya está expuesto con suficiente antelación por lo que se sabe de antemano qué es lo que se filmará. Pero en cuanto a la filmación de unos Juegos Olímpicos se plantean interrogantes en cuanto a ¿cuál será el momento estelar de la competición?, ¿en cuál disciplina se establecerá un récord mundial? En las películas con argumento esto se sabe de antemano, pero en el caso de los deportes, no. Esto hace necesario filmar absolutamente todo, lo que trae aparejado otro problema: la compaginación.

  El llegar a la reducción final desde los 400 mil a solo 6 mil metros de película con su correspondiente compaginación, tuvo un enorme costo horario; prácticamente 24 horas diarias de trabajo con un equipo de personas que estuvieron casi aisladas del mundo. Pero aún en este punto había que ser muy cuidadoso, dado que Leni Riefenstahl quería efectuar una buena "arquitectura" para la compaginación final: cómo comenzar y terminar la película, donde ubicar los momentos relevantes o culminantes, los de máxima tensión, la alegría o la desilusión del público, a lo cual había que agregarle la compaginación musical para que coincidiera con la acción deportiva. Hubo que cortar, cortar y luego empalmar durante meses y meses. En la actualidad existe tecnología específica para ello lo que permite un trabajo muy rápido, pero en ese entonces todo esto había que hacerlo manualmente. Esta agotadora tarea se prolongó hasta Enero de 1938, con el obvio disgusto de Goebbels.

VIII. El estreno de la película "Olympia"

  El estreno terminó fijado para el mes de marzo de 1938, pero a último momento surgió otro problema: Alemania y Austria habían acordado el histórico "Anschluss" con lo cual en el futuro ya no serían dos, sino un solo país. La euforia que se estaba viviendo por este motivo hizo olvidar al deporte para gran desazón de Leni Riefenstahl con todo su equipo de trabajo. Fue nuevamente Hitler el que tuvo que intervenir en el asunto y zanjó el debate en forma draconiana determinando que el estreno de la película "Olympia" sería el 20 de Abril: la fecha de su cumpleaños.

  Demás está decir que esa fecha se respetó. El estreno se llevó a cabo con la presencia de una enorme audiencia, incluida toda la plana mayor del ejército. El éxito fue enorme y durante la proyección se escucharon varias veces los aplausos del público. La verdad es que Goebbels no censuró la obra, ni antes ni después de estrenada. Leni Riefenstahl armó su película con el tiempo suficiente para hacerla como ella quería y no suprimió las imágenes de los atletas negros. Nadie dijo una sola palabra al respecto. El día del estreno todo eso fue olvidado. Leni Riefenstahl recibió un gran reconocimiento por su labor, tanto del Partido Nacionalsocialista como de la crítica periodística artística y deportiva. La película saltó luego al estrellato mundial. Recibió premios en varias capitales europeas: Oslo, Viena, Copenhague, bienal de Venecia, París, etc. 

  En algunos casos se quisieron exigir algunas condiciones para la proyección de la película. Se exigió, por ejemplo, suprimir las escenas en las cuales aparecía Hitler y/o su comitiva (y eso fue antes que comenzara la II Guerra Mundial). Sin embargo, Leni Riefenstahl se mantuvo muy firme ante esta situación: así como no había suprimido a los atletas norteamericanos negros ante las propias narices de las autoridades alemanas, tampoco permitió que se suprimieran las escenas en las cuales aparecía Hitler. En todos los casos la decisión de Leni Riefenstahl tuvo que ser respetada y es así como en la actualidad podemos ver esta filmación.

IX. El film "Olympia" en la actualidad

  Ya han pasado muchos años desde los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 y el estreno del film "Olympia" en 1938. ¿Cómo podemos considerar en los días actuales a esta película? Debemos hacerlo dentro del propio contexto de su época. El mundo del atletismo, por ejemplo, ha cambiado radicalmente. Las técnicas de los saltos y lanzamientos han evolucionado hacia estructuras gestuales y temporales insospechadas para aquella época en Berlín. No se podría ya tomar como modelo técnico a la mayoría de las disciplinas atléticas de aquél tiempo y lo mismo podemos decir respecto de la gimnasia, la natación, la esgrima, el ciclismo, etc.

  Sin embargo existen otros aspectos del film "Olympia" que superan el contexto de su época y lo convierten en un film perdurable, que se proyecta como una flecha a través del tiempo, y que sigue constantemente su dirección hacia el futuro sin detenerse. El film de Leni Riefenstahl en ciertos aspectos es siempre actual por más que en aquél entonces no se podía contar con láseres, computadoras y cámaras de vídeo. En el deporte competitivo existen los récords, las mejores performances, que luego duran de acuerdo a la calidad de los mismos. Hay registros deportivos que son quizás fáciles de mejorar mientras que existen aquellos que cuestan mucho y por dicha causa duran largo tiempo porque constituyen récords difíciles de superar. La película "Olympia"  tiene también su récord y aún después de muchos años sigue en un sitial de honor. Es que es ¡un récord difícil de mejorar! Muchos han querido hacer desaparecer esta película, o quizás hasta mutilarla, pero pese a ello sigue tan vigente como el día de su estreno y como tal la tenemos muchos de nosotros en el estante de nuestras propias videotecas personales.

  Finalmente cabe la pregunta: ¿qué fue de Leni Riefenstahl? A mediados de los años cincuenta se internó en el África con su equipo y estuvo en directo contacto con los nativos Nuba, los cuales prácticamente no habían tenido contacto con otras civilizaciones. Leni Riefenstahl llegó a convivir y trabar amistad con ellos, y hasta pudo aprender razonablemente su idioma. Publicó varios libros con numerosas fotografías de esta tribu africana. Fue defensora y protectora de estos nativos y dedicó buena parte de su vida a dar a conocer la cultura de esta gente. Más adelante, y contando ya casi 75 años, aprendió a bucear con tanque de oxígeno y efectuó excelentes filmaciones a varios metros debajo de la superficie del agua en el Océano Índico, inclusive entre tiburones. 

  La actividad deportiva de Leni Riefenstahl no se cerró con la filmación de los Juegos Olímpicos de Berlín. En 1972 fue contratada por la Sunday Times Magazine para ser su fotógrafa en los Juegos Olímpicos de Munich. Luego de los mismos, la Embajada Norteamericana organizó una recepción donde Leni Riefenstahl fue invitada y se volvió a encontrar con un viejo conocido: el recordado Jesse Owens.

  En 1982 el COI la homenajeó entregándole una copa de oro en reconocimiento a su film "Olympia". En 1998 el Time Magazine festejó sus 75 años en el Radio City Music Hall de Nueva York. A la fiesta fueron invitadas solamente dos personalidades alemanas: Claudia Schiffer y Leni Riefenstahl, la cual contaba ya nada menos que con ¡96 años de edad! En el año 2000, y ya con 98, Leni Riefenstahl retornó al Sudán a visitar sus viejos amigos, los Nuba, a quienes no veía desde hacía 23 años. Con prácticamente casi un siglo de edad continuó haciendo proyectos para el futuro. 

  Falleció mientras dormía, en su casa de Pöcking, Alemania, a los 101 años de edad, el 8 de septiembre de 2003.

Tumba de Leni Riefenstahl y Horst Kettner, su último marido.



lunes, 31 de julio de 2023

LA CENSURA

Denes Martos

Libertad de expresión
es poder decir lo que 
la gente no quiere oír.
George Orwell

La censura es indulgente con los cuervos
pero no da cuartel a las palomas.
Juvenal

Cada vez que vemos una injusticia
y no actuamos estamos entrenando
nuestro carácter para ser pasivos
y eventualmente perdemos la habilidad
de defendernos y defender a los que amamos.
Julian Assange

LOS SÓTANOS Y LAS CLOACAS DEL SISTEMA


Hay por allí un párrafo en esa famosa Constitución que Don Juan Manuel de Rosas llamaba "ese cuadernito", que habla de algo así como que está garantizada la libertad de expresión, — o de prensa, lo mismo da  sin censura previa. 

Pues, lamentablemente, no es así.  

Aparte de que hay un montón de cosas muy lindas, supuestamente "garantizadas" en esa Constitución de la Nación Argentina de 1994 pergeñada por un par de abogados dizque garantistas, la pura verdad es que más de la mitad de las garantías, o bien simplemente no existen en la vida real, o bien se cumplen a desgano y a medias, o bien solo disponen de ellas quienes pueden pagarlas, o bien las pueden gozar gratis solo quienes están totalmente imbuidos de una inamovible fe en el dogma liberal y su inimputable vástago político: la Democracia. Así, con mayúscula. Obviamente incluyendo en esto último a los revoltosos progresistas, que antaño se llamaban bolcheviques, luego comunistas, y hoy operan bajo la capa protectora de liberales de izquierda.  Algo que, en realidad, nunca dejaron de ser desde la Revolución Francesa en adelante, solo que empezaron siendo revolucionarios, luego pasaron a ser burócratas de la nomenklatura, y terminaron siendo piqueteros, cortacalles y karatekas del teclado que tuvieron que admitir que Lenin estaba equivocado y probablemente Gramsci tenía razón.

Por la época de Robespierre y sus amigos, quienes no se avenían al dogma liberal terminaban "acortados en su estatura por el largo exacto de una cabeza", como le gustaba decir a Stalin.  Ya sea en forma individual  como le terminó pasando al mismo Robespierre  o bien en forma genocida — como, por ejemplo, en la Vendée. Lo mismo hacía Stalin con los que lo molestaban, en forma personal con un agujero de 9 mm en la cabeza, o bien mandándolos al Gulag, o bien matándolos masivamente de hambre, como por ejemplo en el Holodomor.       

De cualquier manera que sea, no gritar ¡Vive la République! en el París liberal de 1793 fue exactamente tan peligroso como, 140 años más tarde, no gritar Da zdravstvuyet nash batyushka Stalin! en la Rusia soviética de 1933 (que, según el traductor automático de Google significaría  "¡Viva nuestro padrecito Stalin!"). Es que los liberales, sean de derecha o de izquierda, no son liberales para nada con los que no están de acuerdo con ellos. O lo son, pero les avergüenza confesar que el liberalismo es así. 

Hoy mismo, sálgase Usted de la línea de lo "políticamente correcto" y agárrese. Porque lo que se le va a venir encima es el famoso "ninguna libertad para los enemigos de la libertad " de Saint Just. Porque, como escribió Vladimir Volkoff en ese delicioso opúsculo titulado "Por qué soy medianamente democrático", :

Ninguna libertad para los enemigos de la libertad” es el eslogan absolutista, característico de la mentalidad democrática y que, por otra parte, podría justificarse con el demócrata diciéndole al no-demócrata: “Si usted no quiere aplicar mis reglas, abandone el juego y, en ese caso, lo meto preso” .

Y vamos al motivo de esta nota.

Hace unos días, tuve la osadía de recomendar una película por FaceBook. 

No pude.

Marquitos MontañaDeAzúcar y su gente hicieron uso de su oficio de Gran Hermano y directamente me lo prohibieron. Vean el mensaje (obviamente lo anotado en rojo es agregado mío):


Como la mayoría de ustedes ya sabrá, esta película trata del tráfico de niños por las redes de pedofilia y narcotráfico. Lo primero que se me ocurrió pensar ante esta casi histérica reacción contra la película que la pedofilia no es ninguna novedad. Hace años que venimos hablando de pedofilia. ¿O es que está permitido hablar de pedofilia solamente cuando sirve para denostar a la Iglesia católica, o a un par de artistas famosos, pero está prohibido mencionarla en otros casos? ¿No hay multimillonarios pedófilos? ¿Nunca hubo famosos "líderes" mediáticos pedófilos?

Me pregunto quién se habrá sentido "ofendido" por mostrar lo que sucede en el mundo subterráneo de nuestra actual civilización.  No me cuesta mucho imaginar, con un grado que considero aceptable de certeza, quienes son los que una película así puede molestar. Ofender es otra cosa.

Sobre todo porque la película está bien hecha. No tiene golpes bajos, no hay detalladas escenas de sexo ni de sadismo; y no por eso el guion esconde algo. Está armada con bastante buen ritmo; las dos horas que dura se soportan sin bostezos, no hay tiroteos ni persecuciones que duren media hora y tampoco hay moralinas burguesas propias de tías escandalizadas. 

Lo que hay es un relato. Un relato bien narrado que termina convenciendo. Al menos en lo esencial. Seguramente los exquisitos puristas de siempre, los eternos inconformes buscadores del pelo al huevo, hallarán cosas para criticar. Como que la CIA, que el FBI, que los narcos colombianos, que vaya uno a saber el arreglo que hubo, y que seguramente hay un frondoso y largo etcétera detrás de todo esto. Lo que esta vez los eternos buscadores de pelos no van a poder decir es que se trata de "oposición controlada". 

Porque está demostrado que se trata de una oposición censurada por quienes detentan el poder real y no les gusta para nada que se muestre lo que se cocina en los sótanos y en las cloacas del sistema. Y no les gusta porque en esos sótanos y por esas cloacas circula mucho, muchísimo dinero. Y ese dinero compra mucho, muchísimo Poder. Tanto poder y dinero que hasta puede comprar niños.

Y a esas personas no les gusta para nada que vengan los que hicieron la película para decirles:


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PD: Confieso que lo pensé mucho antes de poner el vínculo a la película. No porque temo que blogspot me censure igual que facebook. Si lo hace, una mancha más al viejo tigre no le hará nada en absoluto. Lo que no quise es restarle audiencia a la película en los cines. La gente que la hizo se endeudó hasta la coronilla y realmente necesitaba recuperar la inversión. Pero hubo un par de cosas que me convencieron para hacerlo.
Primero, por suerte el éxito de taquilla fue fenomenal y, por lo que sé, los realizadores ya recuperaron y sobrepasaron su inversión. Segundo, estimo que tardará en llegar a la Argentina y, si llega, probablemente será en tiempos electorales, cosa que restará impacto. Tercero, ya se anunció que en Salvador, por iniciativa del propio Bukele, mucha gente puede verla gratis y Cuarto: los mismos productores y promotores regalan entradas con tal de que la gente pueda ir a verla.
Así y todo: si pueden y la película que vieron aquí los convence, traten de comprar al menos una entrada. Si no quieren verla dos veces, regalen esa entrada a alguien que no la haya visto. 
La película es buena. Vale la pena verla.
Gracias!


 


viernes, 30 de junio de 2023

LA ESCUELA DE FRANKFURT

 

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Allá por el año 1923, el inicialmente llamado Institut für Sozialforschung, pasó a ser “Escuela de Frankfurt” a secas, adscrita estatutariamente a la Universidad del mismo nombre. Su objetivo, tras los ya citados fracasos y dificultades del comunismo de los años veinte en Europa, fue desarrollar un tipo de marxismo diferente del revisionismo marxista y del comunismo-revolucionario “a lo bestia”, esto referido al modelo soviético. La “Escuela” incorporó al marxismo las teorías de Sigmund Freud – otro anatema para los estalinistas – para, muy apropiadamente, crear un marxismo “freudiano” que convirtiera esa amalgama ideológica en una destructora fuerza subversiva dirigida contra la civilización occidental, su cultura y sus valores. .... Seguir leyendo


martes, 23 de mayo de 2023

Aníbal Fosberry O.P. - LA IDENTIDAD NACIONAL

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El primer elemento constitutivo del bien común es la identidad nacional ya que el primer bien de una cosa, precisamente por exigencia del principio de identidad, es que ella sea lo que es. Sin este discernimiento se hace imposible elaborar un proyecto político que mire al bien de la Nación. El bien común se funda, primeramente en la identidad nacional que permite luego avanzar hacia el discernimiento de los intereses vitales de la Nación. 

¿Puede haber un proyecto político sin esta percepción?.



martes, 11 de abril de 2023

Jaime María de Mahieu - LA INTELIGENCIA ORGANIZADORA

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NOTA PRELIMINAR

Estimado lector:

El libro que está empezando a leer es un libro de filosofía. No es uno de esos libros de elucubración abstracta y de especulación casi pura sino, por el contrario, una filosofía analítica fuertemente referenciada en la ciencia y en hechos reales de observación directa. Si bien ésta es una de sus mayores fortalezas, también tiene algunas debilidades y, en este sentido, hay al menos dos consideraciones a tener en cuenta.

Por un lado, el profesor de Jaime María de Mahieu (1915-1990) llegó a la Argentina poco antes de la primera mitad del Siglo XX; probablemente hacia 1946 o algo más tarde. Este trabajo se publicó en 1950 cuando todavía "pensaba en francés y escribía en castellano" como dijo en alguna oportunidad. De allí alguna sintaxis algo extraña en algunos párrafos que puede llamar la atención aun cuando no impida la comprensión.

Por el otro lado, siendo un trabajo sustentado con datos científicos no podemos perder de vista que, desde 1950 hasta hoy, tanto la biología – sobre todo la microbiología – como la física en todas sus ramas, la química, la exploración espacial y las herramientas de análisis matemático han tenido enormes avances desde entonces. Watson y Crick descubrieron el ADN tres años después de publicado este libro [[1]]. El Proyecto Genoma Humano comenzó en 1990 y culminó en 2003. También los grandes avances en microbiología celular, en microscopía electrónica y en teorías de sistemas y procesos vitales vendrían mucho después de 1950. Por ejemplo, Ludwig von Bertalanffy publicó su Teoría General de los Sistemas en 1968 [[2]]; un trabajo que superó en buena medida varias de las controversias filosóficas clásicas como, por ejemplo, materialismo y vitalismo o mecanicismo y teleología, entre otras.  Varias de ellas se mencionan en este libro y es una verdadera pena que de Mahieu no haya podido hacer años más tarde una edición revisada y ampliada de este libro incorporando los nuevos datos aportados por la ciencia y la realidad.

Con todo, el libro no ha perdido nada de su valor. Es más: en algunos aspectos ha resultado casi profético. Si bien hoy podríamos utilizar más argumentos – incluso otros y hasta mejores argumentos – el replanteo obligado del materialismo dialéctico es un hecho cuya necesidad ya muy pocos discuten, al menos en privado, puesto que, por una cuestión de dogmatismo ateo cuasi-místico, sigue siendo el dogma científico oficialmente profesado en los ámbitos académicos.

Tampoco el origen de la vida como fenómeno debido a tan solo una sucesión contingente de meras casualidades es compatible con los datos disponibles y tampoco se sostiene ya la habitual excusa de que unos 4.5 millones de años fueron tiempo suficiente para que la aleatoriedad produjese un ser humano  a partir de una célula prehistórica primigenia.

El materialismo dogmático vigente sigue sosteniendo la teoría de una célula que se formó por pura casualidad, en un medio que se constituyó también por pura casualidad, que se desarrolló gracias a mutaciones que aparecieron por pura casualidad gracias a una casual malinterpretación del código genético y que luego se seleccionaron por condiciones ambientales y/o sexuales completamente casuales. Para un cálculo de probabilidades – incluso considerando cuatro mil millones de años – son demasiadas casualidades para formar peces, anfibios, pájaros, plantas y todos los demás animales, el Hombre inclusive. En otras palabras, dejando de lado la selección natural y la selección sexual de seres vivos ya constituidos, el esquema darwinista del origen de la vida tiene que ser revisado.

Además, hay desarrollos por lo menos interesantes. Los trabajos de Michael Behe, [[3]] William Dembski [[4]] y varios otros señalan que muchos fenómenos naturales y los seres vivientes en general presentan características de diseño y, no por casualidad, la teoría de estos científicos ha recibido el nombre de "Diseño Inteligente".

Behe, que es bioquímico, sostiene la tesis de la Complejidad Irreductible según la cual existen en la naturaleza – ya a nivel de la célula – sistemas biológicos tan complejos que la falta, o el malfuncionamiento, de uno solo de sus elementos bastaría para que todo el sistema colapse y se vuelva completamente inservible. Siendo esto así, dichas estructuras no pueden haber surgido de un desarrollo paso-a-paso continuo puesto que tan solo la alteración de cualquiera de sus elementos derrumbaría toda la estructura. En otras palabras: se trata de sistemas que nacieron para cumplir una función determinada, con todo lo que necesitaban para cumplirla, y no sistemas que fueron "mejorando" o adaptándose poco a poco a través de procesos aleatorios de mutación y selección.

Por su parte Dembski, que es matemático, elaboró mediante el análisis estadístico el concepto de Complejidad Especificada. Este enfoque demuestra justamente que las estructuras de Complejidad Irreductible poseen  una especifidad ab ovo, es decir: que desde su mismo origen vienen especificadas para determinada función por lo cual, dada  la extraordinaria diversidad de los seres vivos unida a su enorme complejidad hace altamente improbable que todos los seres vivos del planeta se hayan formado únicamente por selección natural según lo postula la teoría evolucionista vigente.

El problema planteado para los partidarios del materialismo dogmático es que estructuras que tienen que haber surgido completas y funcionales apuntan a un diseño; de ahí la denominación de Diseño Inteligente para las teorías de Michael Behe, William Dembski, Charles Thaxton, Stephen Meyer y varios otros. [[5]] Y, por supuesto, si concebimos un diseño es prácticamente inevitable considerar la existencia de un Diseñador. Pero esto pertenece al ámbito de la teología, aunque cabe apuntar que, para los teólogos, el problema no es nada nuevo. Ya Santo Tomás de Aquino, en su "Quinta vía" para la demostración de la existencia de Dios, expresaba:

Vemos, en efecto, que cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, y a éste llamamos Dios. [[6]]

Y aquí, luego de un probablemente demasiado extenso periplo, llegamos al empalme con la obra de Jaime María de Mahieu quien escribió en 1950 – sin conocer ninguna de las investigaciones científicas arriba mencionadas – para hablarnos de una Inteligencia Organizadora que actúa en nosotros y a través de nosotros.

Sería bueno bajarnos de las alturas de nuestra soberbia racional y, en materia de comprender realmente el fenómeno de la vida, admitir que, aun hoy, estamos avanzando lentamente, milímetro a milímetro, penetrando en un Misterio que, quizás, hasta puede terminar resultándonos insondable.

Denes Martos
Enero 2023 

 

NOTAS

[1] )- Cf. Revista científica Nature, 25 de abril de 1953.

[2] )- General System theory (1968): Foundations, Development, Applications, New York: George Braziller, revised edition 1976: ISBN 0-8076-0453-4

viernes, 24 de marzo de 2023

KONRAD LORENZ - LA AGRESIÓN

Denes Martos

AGRESIÓN
Reflexiones como introducción al libro "La Agresión" de Konrad Lorenz

(El vínculo al libro está al final del artículo)


El ser humano es un animal muy complicado. Tremendamente complicado. En realidad, una de las cosas más complejas y difíciles de determinar es el punto exacto en que deja de ser animal para convertirse en humano.

Hablando en términos estrictamente biológicos el Homo Sapiens se distingue, sin duda alguna, de los seres del mundo animal por toda una serie de características. Pero, así como tiene características propias, no menos obvio es que no hay una estructura biológica absolutamente única creada específicamente para el género Homo. Tenemos columna vertebral al igual que todos los vertebrados, tenemos corazón y aparato circulatorio como todos los seres de sangre caliente; hígado, riñones, músculos, nervios... son cosas que tienen todos los mamíferos. Platón supo alguna vez definir al Hombre como un "bípedo implume"; aunque también se dice que, para contradecirlo, otro griego desplumó un gallo y salió por las calles de Atenas gritando: "¡Aquí está el Hombre de Platón!"... Con todo, tampoco nos separa del mundo animal el otro criterio antropológico según el cual seríamos "primates sin vello corporal".

Pero ¿es cierto que somos animales? Lamentablemente la respuesta es confusa. Vendría a ser: "Sí y no". Probablemente porque la pregunta está mal formulada. Quizás la pregunta correcta sería: "¿somos solamente animales con apenas algunas características propias"? Únicamente algún ateo materialista fanático – de ésos que afirman muy sueltos de cuerpo que la vida no es más que una "propiedad de la materia" –  contestaría esta pregunta de modo afirmativo. Aunque tampoco hace falta ser un religioso igual de fanático para afirmar lo contrario. Cualquier persona de mente abierta, científicamente adiestrada y con tan solo una mínima sensibilidad para la metafísica de lo humano, consideraría inaceptable encasillar al ser humano en la jaula zoológica de un modo terminante. Es bastante obvio que somos algo más que "simples" (para nada tan simples) animales.

Pero tampoco es tan fácil resolver el problema de determinar en qué exactamente – es decir: en qué punto de la serie de nuestras características – dejamos de ser "animales" para convertirnos en "humanos". Una aproximación posible al tema es estudiar nuestro comportamiento para ver en qué nos diferenciamos. Afortunadamente tenemos una disciplina científica que estudia precisamente el comportamiento animal y humano: es la etología.

Lobo enojado

Después de que en  1965 Konrad Lorenz, uno de los padres de la etología, publicara "El Comportamiento Animal y Humano" y, al año siguiente, su libro específico "Sobre la Agresión" durante unos años circularon muchos libros de difusión sobre el tema de la etología – como p.ej. los de Vitus B. Dröscher – en los que la motivación general era la de difundir la idea románticamente antropocéntrica de "qué parecidos que son los animales a los seres humanos" cuando los trabajos de Lorenz y sus colaboradores apuntaban justamente a lo contrario, es decir: a demostrar científicamente – por medio de la observación directa y hasta de experimentación – cómo toda una serie de comportamientos humanos eran muy similares y hasta prácticamente iguales a los de muchos animales.

Político enojado
Con todo, la idea de "dulcificar" las conclusiones de Lorentz obedeció de un modo bastante obvio al hecho que sus conceptos fundamentales no coincidían demasiado bien con la "corrección política" exigida por el ámbito académico de la segunda postguerra europea y siguen siendo aceptados a regañadientes hasta el día de hoy, incluso a pesar de un Premio Nobel de Medicina que le otorgaron en 1973.

La dificultad de fondo de muchas controversias sobre el comportamiento de los seres vivos es muy fácil de detectar y es realmente asombroso que, por una simple cuestión de soberbia cientificista, esa dificultad no se haya planteado abiertamente casi nunca. Es que no sabemos qué es la vida.

La pura verdad es que no tenemos ni la más ínfima remotísimamente pálida idea acerca de qué es eso que llamamos "vida".  Sabemos describirla, sabemos detectarla, hasta sabemos precisarla bastante bien con la viejísima definición aquella que caracteriza a los seres que "nacen, crecen, se reproducen y mueren". Lo cual, por supuesto, es una pasable explicación de qué hacen los seres vivos – en oposición a las cosas inanimadas. Pero no nos dice absolutamente nada sobre qué es lo que hace que los seres vivos nazcan, crezcan, se reproduzcan y mueran y qué es lo que no tienen las cosas incapaces de hacer eso. Lo llamamos "vida". Y si seguimos preguntando nos encontramos con definiciones que no definen nada o explicaciones que no explican nada. Algunos hablan de "energía", Henri Bergson hablaba de "élan vital", otros se despachan con la ya mencionada "propiedad de la materia".

Por otro lado, a veces la única forma de entender algunos misterios es con otro misterio y el misterio de la vida es el misterio de la Creación.  Porque la visión religiosa nos dice que la vida es una creación. Más aún: según el sentido profundo de la metáfora adoptada por la religión cristiana, la vida proviene directamente del aliento del Creador: "Y formó Yahvé Dios al hombre (del) polvo de la tierra e insufló en sus narices aliento de vida, de modo que el hombre vino a ser alma viviente."  Preguntar por la vida sería entonces equivalente a preguntar por la Creación del Universo entero. Y si se pregunta exactamente en dónde el Hombre se separa del animal, la respuesta es: "En ese aliento." Donde lo realmente asombroso es que la idea sea muy anterior a la aparición del  Génesis hebreo. [1]

¿Me dirán que esa respuesta teológica es científicamente poco satisfactoria? Quizás, pero depende de qué entendamos por "ciencia". Si por ciencia entendemos el conocimiento que nos da una respuesta a todo, obviamente nos estaremos equivocando por la simple razón de que la ciencia no nos da respuestas a todo. Hay infinidad de cosas que la ciencia ignora por completo y que, en el mejor de los casos solo sabe describir y, a lo sumo, manipular hasta cierto punto. Y en muchos casos ni siquiera eso. Por otro lado, si nos dejamos arrastrar por el optimismo cognitivo del Iluminismo  y  por ciencia decidimos entender la actividad racional que algún día nos dará todas las respuestas, lo que estaremos formulando es un simple dogma de fe que, en esencia, no difiere de un dogma religioso o de una utopía ideológica. Si alguien me viniera con el consabido: 

— Con el progreso constante de nuestro conocimiento algún día la ciencia entenderá qué es la vida.
Le respondería:
— No tendrás que esperar tanto. Solo espera a morirte. Ahí entenderás.

Mientras tanto vamos a tener que seguir considerando que habrá – y yo creo que hay – una trascendencia específica para el ser humano, pero  no hay una vida especialmente diseñada solo para nosotros. Tenemos que bajarnos del caballo de nuestra soberbia y entender que la vida sobre el planeta es algo compartido por una innumerable cantidad de seres vivos; desde la más humilde brizna de pasto hasta el genio más insigne del género humano. Si hay algo que verdaderamente nos diferencia de los animales y de los vegetales, solo puede ser ese aliento o hálito con el que el Creador hizo al Hombre y que, además de la vida,  le otorgó al ser humano el atributo de la trascendencia.

Por lo demás, la vida sobre el planeta no es para nada un monopolio nuestro. La prueba más palmaria de eso es que ni siquiera somos necesarios para que exista. Ninguna flor dejaría de florecer si nos extinguimos; ningún colibrí dejaría de visitarla si desaparecemos; ninguna abeja dejaría de hacer miel y ningún águila dejaría de volar. 

Somos parte integrante de la naturaleza viva tal como ésta existe en el Universo. Por eso haríamos muy bien en abandonar teorías estúpidas y utopías inviables para volvernos otra vez al Orden Natural al cual pertenecemos y cuyas reglas y leyes no vamos a violar impunemente sin sufrir las debidas consecuencias.

Es más: ya las estamos sufriendo.

Toda una constelación de romanticismos, filosofías utópicas y soberbias antropocéntricas nos ha hecho olvidar leyes naturales básicas. En materia de agresión ya ni tenemos en cuenta – y en muchos casos hasta ignoramos – que la naturaleza conoce al menos dos clases de agresión: la extraespecífica, que es la que una especie ejerce sobre miembros de otra especie; y la intraespecífica que es la que el miembro de una especie ejerce sobre otro miembro de su misma especie.

Para una especie dada, la agresión extraespecífica se refiere normalmente a cuestiones de supervivencia. Un depredador normalmente ataca a su presa para comérsela; también, ocasionalmente, podrá quizás atacar al depredador para no ser su almuerzo. Una yarará atacará a un sapo para comérselo, como que también podrá atacar a un hombre porque se siente amenazada. 

En cambio, la agresión intraespecífica responde a otras motivaciones. Puede tratarse de una cuestión de territorialidad, de pelea por una posibilidad de reproducción, de lucha por un puesto de prestigio dentro de la manada, etc. Con todo, en la naturaleza, la agresión intraespecífica tiene una cualidad notable: salvo rarísimos casos accidentales, nunca mata. Como Lorenz señala, ocasionalmente un cuerno puede meterse en un ojo o perforar una yugular, pero se trata de accidentes. El objetivo es vencer pero no matar. Y esta agresión no mata porque en el comportamiento natural de los animales hay incorporada toda una serie de inhibidores que le impiden dar muerte a un semejante.

Por ejemplo, un lobo jamás matará a una loba, sea o no de su misma manada. Tampoco matará jamás a un cachorro. Más todavía; cuando un lobo opta por rendirse en una pelea, lo que hace es adoptar "la posición del cachorro": se echa de espaldas con las patas en el aire y ofrece su garganta al lobo vencedor. Eso detiene la pelea de inmediato.

La loba parece esconderse debajo del lobo.
En realidad está cubriendo la garganta
de su pareja.
El lobo de abajo se ha rendido. Adopta
la "posición del cachorro" y el ataque cesa.

En el Hombre estos mecanismos inhibitorios están debilitados y, desde que nuestra cultura ha entrado en una ya inocultable decadencia, no solo se han debilitado sino que amenazan con extinguirse. Por un lado, el ser humano ha llegado a dominar su entorno natural de tal manera que ya no tiene depredadores extraespecíficos que constituyan una amenaza vitalmente seria. Un tigre de Bengala, uno Oso Grizzly, un lobo hambriento, podrán amenazar y hasta vencer a un individuo o a un par de individuos desarmados, pero ya bastarán un par de lanzas para hacer dudosa la victoria de esos animales y un arma de fuego decididamente puede volcar la pelea a favor del Hombre. Así como están las cosas desde hace bastantes milenios, los únicos "depredadores" extraespecíficos que enfrenta la especie humana son microbios, bacilos, virus y microscópicos seres similares.

Esto ha impactado muy fuerte sobre los mecanismos de inhibición intraespecífica. Desde hace algo así como al menos 50.000 años, el Hombre se ha convertido en el único serio competidor del Hombre. Los demás animales simplemente no tienen chances reales frente a un ser humano. Solo al Hombre puede aplicarse la famosa frase de Homo homini lupus – "El hombre es un lobo para el hombre" – acuñada por Thomas Hobbes en el siglo XVIII. Solo él puede desplegar una agresión intraespecífica de una magnitud completamente imposible para cualquier otro animal en estado natural. La prueba está en la infinidad de guerras y de masacres de todo tipo de tan solo los últimos 10.000 años de Historia documentada.

Sin embargo, aun así, hasta hace relativamente poco la humanidad de la Cultura Occidental había logrado avances notoriamente significativos en la tarea de reducir la violencia de la agresividad intraespecífica humana. Por de pronto, como señala Carl Schmitt:

Después de las guerras napoleónicas, la guerra irregular había quedado desplazada de la conciencia general de los teólogos, filósofos y juristas europeos. [...] Realmente existieron pacifistas que vieron en la exclusión y condena de la guerra convencional, contenida en la regulación de la guerra terrestre de La Haya, el fin de la guerra en absoluto; y existieron juristas que consideraron a la doctrina de la guerra justa como algo »eo ipso« justo porque ya Santo Tomás había enseñado algo similar. [2]

El hombre europeo llegó hasta a reglamentar la guerra que pasó a ser un asunto entre Estados, llevado a cabo por profesionales militares especializados, con exclusión absoluta de civiles [3] y con el fin de lograr la rendición del enemigo (y no necesariamente su muerte).

Pero esta regulación de la violencia bélica descansaba, en realidad, sobre un sustrato moral y ético muy anterior.  Es que la Cultura Occidental mantuvo durante mucho tiempo – prácticamente hasta la primera mitad del siglo XX –normas sumamente estrictas de inhibición a la agresión intraespecífica en la sociedad civil misma. Todos los miembros de esa cultura estaban de acuerdo en reglas de comportamiento simples pero efectivas tales como: no se le pega a una mujer; no se maltrata a un niño; no se le pega a un oponente caído o herido que ya no puede pelear; en caso de peligro las mujeres y los niños tienen prioridad, el duelo solo se admite entre pares y no siempre ni necesariamente es a muerte, etc.

Toda esta reglamentación, que para muchos hoy resulta hasta ridícula, quedó de lado con el advenimiento de la guerra irregular que instituyó la idea del enemigo absoluto y la guerra total. Cuando el guerrillero suplantó al militar profesional, otra vez según Schmitt:

Cuando, [...] la teoría bélica de un revolucionario profesional como Lenin destruyó a diestra y siniestra todas las limitaciones tradicionales de la guerra, la guerra se volvió absoluta y el guerrillero terminó siendo el portador de la enemistad absoluta contra un enemigo absoluto.
Nadie sospechó lo que significaba el desencadenamiento de la guerra irregular. Nadie pensó en qué es lo que produce la victoria del civil sobre el soldado; nadie pensó en qué sucede cuando un buen día el ciudadano se pone el uniforme mientras el guerrillero se lo quita para seguir combatiendo sin ese uniforme.
Recién esta ausencia de pensamiento concreto ha completado la obra destructiva de los revolucionarios profesionales. Fue una gran desgracia porque, con el acotamiento de la guerra, la humanidad europea había conseguido algo muy raro: renunciar a la criminalización del oponente bélico, vale decir, relativizar la enemistad, negar la enemistad absoluta. [4]

En las guerras asimétricas de la enemistad absoluta ya no se trata de vencer a un enemigo. Se trata de matarlo; de destruir sus ciudades; de pulverizar cualquier cosa que le pueda servir tanto en lo material como en lo espiritual o psicológico. En las guerras de enemistad absoluta el enemigo es presentado como un criminal a eliminar de la faz de la tierra para lo cual todo, absolutamente todo – desde el napalm, pasando por armas químicas o biológicas, incluso nucleares – todo está permitido. Y, si algunas no se usan, no es por consideraciones éticas o morales sino por un simple cálculo de costo/beneficio limitado tan solo por estrategias de Destrucción Mutua Asegurada.

La decadencia general de las normas morales de Occidente que se inicia hacia del fin de la Primera Guerra Mundial y se intensifica claramente después de la Segunda, ha terminado arrastrando consigo no solo las normas bélicas sino, incluso, las normas civiles que regulan la vida en sociedad. No solo en los campos de batalla la vida humana ha perdido su valor. En la política, en las estrategias comerciales y hasta en el comportamiento civil normal, el respeto por la vida también está tremendamente devaluado.
Hemos llegado al punto en que hay menores de edad que salen a la calle para robar y matan por un celular o por un reloj. Incluso se mata por pura diversión a la salida de algún boliche. Fernando Baez Sosa, un joven de 18 años, murió el 18 de enero de 2020 a la salida de un local bailable, atacado por una banda 8 personas de su misma edad. Le pegaron entre varios, lo tiraron al suelo y le siguieron pegando; finalmente uno le pateó la cabeza. Murió antes que llegara la ambulancia. Tres años más tarde, el 6 de febrero de 2023, de los 8 atacantes, 5 fueron condenados a prisión perpetua y 3 a una prisión por 15 años. Todo por una pelea sin sentido a la salida de un local bailable.

¿Hecho aislado? Para nada. Notorio quizás por la condena y seguramente por la participación del abogado mediático – y ahora aspirante a candidato político – Fernando Burlando que montó el espectáculo de la acusación. Pero como hecho en sí, cualquiera que conoce la noche sabe que es algo completamente común y corriente todos los fines de semana en las grandes ciudades. Entre el 17 Diciembre de 2022 y el 22 de Enero 2023 – o sea, durante apenas 6 fines de semana y contabilizando solo lo que registró el periodismo –  se produjeron al menos 13 hechos muy similares con el resultado de 3 muertos y varios heridos en terapia intensiva.

Nota común de varios de estos hechos: agresión en manada y patadas en la cabeza una vez que el atacado cayó al suelo. Eso no es aceptable. De ninguna manera es aceptable. Si se pelean, al menos que la pelea sea limpia: si son ocho, que sean ocho contra ocho, o mejor todavía, uno contra uno; al hombre en el suelo no se le pega, menos todavía se le dan patadas en la cabeza; el signo de rendición se respeta; los de afuera son de palo. Así pensábamos hace apenas un siglo atrás. Una ideología demencial, dos guerras mundiales y docenas de guerras revolucionarias o localizadas barrieron con todo eso.  

Lucio Dupuy
Porque no es solo la agresividad contenida de unos jóvenes con exceso de testosterona y falta de inhibiciones. Durante el transcurso del juicio por la muerte de Baez Sosa, las noticias periodísticas eclipsaron, cierto que por relativamente poco tiempo, el caso de Lucio Dupuy, violado, torturado y asesinado alevosamente por su madre y su amante lesbiana porque, según alegaron, el niño las "molestaba en su relación de pareja". El hecho, por supuesto, nos sacudió a muchos. Pero ¿es algo excepcional? Otra vez: para nada. Hay muchos otros casos de filicidios por parte de madres o padres reflejados por el periodismo. Y en última instancia, si hasta por ley está permitido matar a un hijo en gestación ¿por qué algunas personas no habrán de argumentar que también es lícito matarlo una vez gestado?

Si la vida y nuestro comportamiento ha de depender enteramente de "percepciones" o de "opiniones", la construcción de comunidades humanas sólidas, estables y equilibradas es completamente imposible. Los "mandatos culturales" existen y son inevitables. Más: son necesarios. Hasta los que critican a la familia basada en el matrimonio heterosexual alegando que se trata meramente de un "mandato cultural" pasan curiosamente por alto que el intento de imponer la relación homosexual y toda la teoría de género no es más que tratar de imponer otro mandato cultural directamente opuesto al primero. Solo que ese primero – el de la familia del varón, la mujer y los niños – es un mandato cultural que cuenta con el respaldo de toda la evolución de la especie y se condice con las reglas naturales de la vida, mientras que la llamada "teoría de género" es un "constructo" ideológico abstracto sin antecedentes en toda la Historia de la humanidad edificado sobre el capricho de un feminismo histérico que ni siquiera representa a todas las mujeres. 

El egoísmo, el endiosamiento del placer, la anulación de las responsabilidades, la ceguera voluntaria ante las consecuencias, y la falta de límites que genera la negación de las inhibiciones naturales ante la agresión intraespecífica – entre muchas otras cosas –  nos está llevando a una decadencia cuyo final hará realidad la visión de Thomas Hobbes del Homo homini lupus.

Tenemos que volver al Orden Natural. Mejor dicho: no debemos permitir que nos saquen del mismo las teorías descabelladas que se les ocurren a ciertas mentes enfermizas potenciadas por intereses políticos que impulsan la agenda de convertir a la humanidad en un hato de ovejas fáciles de manipular. Nuestro habitat consagrado no es el que estamos construyendo; nuestro entorno social natural no es el que estamos soportando; nuestro comportamiento actual no es el que nos enseñó nuestra evolución. En la actualidad, nuestro habitat está contaminado; nuestro entorno social es injusto y corrupto; nuestro comportamiento es antinatural y destructivo.

Dentro de este amplio espacio temático, surge la pregunta de cuál es el comportamiento natural de los seres vivos en cuanto a la agresión intraespecífica. Las mejores respuestas las da la etología y, dentro de esta disciplina, los estudios más amplios los ofrece Konrad Lorenz que es el fundador de la disciplina. Desde los peces del banco de coral, pasando por los instintos de otros animales, hasta llegar al Hombre.

Tenemos que reflexionar y actuar sobre nuestra agresividad. No es necesario ni inevitable que ocurra, pero si el Hombre ha de ser el lobo del Hombre, al menos que sea un lobo auténtico, tal como son los lobos de verdad.

Porque, como lobos de verdad haríamos, y nos haríamos, menos daño que siendo – como vamos camino de ser – unos humanos degenerados y envilecidos tan solo medio parecidos a unos lobos tan dementes que hasta los lobos de verdad nos expulsarían de la manada.

 

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NOTAS

1)- Génesis 2:7 Texto de la Biblia Straubinger.
El Primer capítulo del Génesis es de alrededor del siglo VII AC. Por su parte, el poema babilónico de Enûma Elish es del siglo XX AC sobre antecedentes sumerios mucho más lejanos aún. En ese poema se menciona que los dioses mezclan barro más la sangre del dios Kingu; luego, a la masa resultante le insuflan el aliento de la vida y de ahí nacen los hombres.

2)- Cf. Carl Schmitt "Teoría del Guerrillero", título "Del enemigo verdadero al enemigo absoluto".

3)- Clausewitz supo decir: "El ejército combate al ejército enemigo. De los merodeadores y criminales se ocupa la policía."

4)- Cf. Carl Schmitt Ibid.



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